Francesco Coco nació en Paternò (Catania) el 8 de enero de 1977. A la edad de 3 años se muda a Legnano, localizado en la Provincia de Milano y es aquí donde comienza el desarrollo de su brillante carrera futbolística. Inicialmente jugaba para el Como, luego descubierto por los observadores del Milán, termina jugando para el equipo rossonero juvenil.
Debutó en Serie A el 27 de agosto de 1995 en el partido Padova 1 : Milán 2. De este partido, Francesco también guarda otro recuerdo. Franco Baresi en esa ocasión anotó el gol del a Victoria y se lo dedicó a Coco, como presagio para la nueva carrera.
Al final de la temporada Coco había dejado su marca con el Milán como el reemplazo para el lesionado Paolo Maldini pero, sin importar cuan bien jugase, era una tarea imposible el desplazar al gran capitán italiano una vez que hubiera recuperado su forma y así Francesco fue dado en préstamo a los equipos de Vicenza y Torino.
En 1977 va al Vicenza, etapa que él considera obligatoria. Tenía 19 años y todavía tenía que mejorar. Más adelante sufrió una lesión en la rodilla, pero también tuvo dificultades con el técnico.
"En ese momento - dice - tenía miedo de no regresar a Milanello para demostrar mi fuerza, y después no hubiese tenido otra carta para jugar mis chances".
Afortunadamente para él, el campeonato europeo Sub 21 vino y le dio la motivación necesaria.
Poco después de eso regresó al Milán para la donde obtiene un puesto en la alineación inicial. Era un miembro altamente reconocido del equipo rossonero que ganó el scudetto en 1999.
Coco hizo un movimiento sorpresa hacia Barcelona en agosto del 2001 cuando el Milán decidió asombrosamente que el jugador no poseía los requerimientos necesarios.
Sectores de la hinchada Milanista se encontraban furiosos cuando permitieron que uno de sus mejores jugadores se fuera para Barcelona apenas al comienzo de la nueva temporada.
Una disputa con el ex técnico Fatih Terim fue culpada por la partida del talentoso medio campista a Barcelona. Al realizar esto se convirtió en el primer jugador italiano en jugar para el gigante Catalán. Él parecía tener mala suerte cuando jugaba para otro equipo diferente del Milán, pero el Barça estaba impresionado por la forma en la que los partió en dos durante el encuentro que perdieron en casa contra el Milán en la Liga de Campeones del 2000/01. En este partido Francesco anotó un gol y dio un gran pase-gol al alemán internacional Oliver Bierhoff.
Sin embargo, al llegar al Nou Camp, falló en acaparar un puesto regular en el primer equipo. Tuvo sus altibajos con el técnico Carles Rexach y presentaciones intermitentes, compartiendo su puesto con Sergi en los 11 iniciales. Sumándose a esto el Barcelona tuvo una campaña insatisfactoria, no siendo siquiera capaz de clasificarse para la Liga de Campeones de la temporada siguiente.
No obstante, el técnico Italiano Giovanni Trapattoni insistía en que él ya conocía suficiente acerca de la cualidades de Coco para incluirlo en el equipo. Tan temprano como marzo este año, Trapattoni dejaba percibir sus planes de llevar a Francesco al Lejano Oriente.
"Coco no está jugando con el Barcelona - dijo el técnico - pero yo sé que después de 20 días con nosotros estará en su mejor forma".
Y mantuvo su palabra; sorprendentemente su nombre apareció en la lista final de los 23 jugadores que participarían en la Copa Mundial representando a Italia. Coco llegó al retiro de la selección habiendo jugado menos minutos que muchos de sus compañeros. Era un arma de doble filo. Su falta de práctica contrastaba con su energía debida a la inactividad.
Había impresionado con sus presentaciones pasadas con los azzurri durante la fase de calificación y los amistosos. De hecho llamó la atención de todos cuando se ganó su primera convocatoria a la selección mayor para el partido contra Rumania.
"Durante los días de entrenamiento - recuerda su debut con la selección nacional - todo me parecía normal, luego tuve que arreglar los tiquetes para mis familiares y amigos, empecé a sentir la tensión del partido. Fue una gran satisfacción para mi, el pensar en toda esa gente que creyó en mi. Después llegó el miedo. No podía mostrar mi valor, pero pensándolo bien, fue una emoción apasionante, yo diría que apropiada".
Francesco llegó a Asia finalmente. No era ninguna novedad que habiendo cambiado su estrategia defensiva, Trapattoni sacrificaría el puesto de Coco en el medio campo para aplicar una defensa de cuatro hombres. Así solamente vio acción hasta el último partido de la fase de grupos.
Italia estaba abajo en el marcador contra México. Con su tardía incorporación Coco trajo vida al cansado medio campo, asimismo en conjunto con el ingreso de Vincenzo Montella y Alessandro del Piero en ataque, fue vital para darle el impulso necesario al equipo y ayudar a empatar el partido y a su vez clasificarse para la siguiente ronda.
Su buena presentación durante los pocos minutos que jugó le dio un puesto en la alineación para el posterior partido contra Corea del Sur. Estando Nesta y Cannavaro fuera, por lesión y suspensión respectivamente, Coco tenía la gran oportunidad para ganarse un puesto como jugador clave en el equipo.
A pesar de que su presentación fue elogiada por la prensa italiana, Italia no pudo avanzar a Cuartos de Final dejándole a Coco la experiencia agridulce que su primer partido como titular en la Copa del Mundo fuera también su último durante el torneo.
Muy a pesar del decepcionante resultado de sus aspiraciones mundialistas, Francesco ya poseía un nuevo contrato en su bolsillo. El ex Milanista se había unido a las filas del Inter los eternos rivales de su antiguo club. Él no podía volver a Barcelona ni deseaba regresar al Milán. Finalmente tuvo que dejar al club que le dio el renombre que posee hoy en día.
"Nunca es bueno - expresando sus sentimientos sobre el traspaso - dejar al club donde has pasado tantos años".
La temporada por llegar será la del retorno para Francesco. Es muy probable que cuente Khon un puesto en el primer equipo desde el primer día, y si su buena forma lo permite, Coco podría convertirse en una gran figura en el Guisseppe Meazza.